La actividad física integrada en el día a día

La actividad física integrada en el día a día

La actividad física consiste en cualquier movimiento corporal cotidiano que lleva consigo un consumo de energía. Todos  los movimientos que se realizan a lo largo del día suman. Como ejemplos de la actividad física se encuentran: caminar, bailar, andar en bicicleta, nadar, correr, subir escaleras, etc. La duración e intensidad de la actividad física diaria depende en gran medida de la edad y la persona que la realiza.

·         Durante la infancia y la juventud el juego es la actividad física más común. Los juegos activos e informales son ideales porque implican la utilización de distintos grupos musculares, fomentan las relaciones sociales y, lo que es más importante para ellos, son divertidos. Sin embargo, hay otros tipos de actividades, como practicar algún deporte, correr, nadar, pasear, caminar, bailar, ir en bicicleta, hacer excursiones, etc. que son una excelente muestra de acciones sencillas que ayudan a ganar salud. En esta etapa de la vida es conveniente realizar cada día una hora de actividad física moderada, como mínimo.

·         Las personas adultas pueden realizar actividad física con seguridad y facilidad. La actividad física consiste en actividades recreativas o de ocio, desplazamientos (como paseos a pie o en bicicleta), actividades ocupacionales (como el trabajo), tareas domésticas, juegos, deportes o ejercicios programados en el contexto de las actividades diarias, familiares y comunitarias

·         Para las personas mayores, es importante tonificar y fortalecer los músculos, y mantener la movilidad de las articulaciones para facilitar las tareas cotidianas y reducir el riesgo de caídas. Se pueden encontrar ejercicios adecuados y adaptados a cada situación particular.

Las actividades físicas se pueden repartir en sesiones cortas 2016-10_06-ed-fisicadesde los 10 minutos de duración como mínimo. Por ejemplo mediante actividades tan sencillas como; dejar estacionado el coche más lejos, bajarse unas paradas antes del autobús o el metro, levantarse cada hora en el trabajo y caminar unos metros, subir y bajar escaleras, salir a comprar comida en vez de pedirla a domicilio, realizar tareas del hogar así como de jardinería, pasear al perro… Todas ellas son importantes para sumar movimiento en el día a día contribuyendo a incorporar un estilo de vida activo.

La actividad física es considerada un pilar fundamental en la promoción de la salud, ya que además de ser accesible es beneficioso en la prevención de enfermedades, del sobrepeso y de la obesidad. El ejercicio físico practicado de forma regular mejora el rendimiento académico en niños y en adultos. Además favorece las relaciones sociales, familiares y fomenta un estilo de vida saludable.

El Día Mundial de Actividad Física se celebra el 6 de abril en todo el mundo con actividades que buscan promover el movimiento en todas las edades y diferentes entornos para mejorar la salud.

Para concluir hay que recordar que todo movimiento ayuda. Por tanto, es importante incorporar actividades progresivamente en nuestra vida diaria y disminuir los tiempos sentados, ya que ello nos va a permitir tener una mejor calidad de vida.

Roberto Lapeña, Profesor de Educación Física