Las normas en la etapa de Educación Infantil

Las normas en la etapa de Educación Infantil

Las normas son actitudes, conductas o acciones construidas y aceptadas socialmente, que van a facilitar la incorporación a la sociedad y al grupo, por lo que en la etapa de Educación Infantil se convierten en el sostén y punto de partida para el resto de aprendizajes.

Por esta razón, los niños conviven con las normas desde el instante en el que entran en la escuela, aunque previamente se hayan familiarizado con ellas en casa. El colegio representa un espacio totalmente nuevo y diferente a su contexto cotidiano, por lo que el niño tendrá que enfrentarse a una situación nueva y donde va tener que convivir con otras personas.

Existen muchas formas de trabajar las normas en Educación Infantil, dependerá de las edades de los alumnos, del grupo y de la intención con la que se lleva a cabo.

La que sí será siempre común es que deben ser claras, cortas, consecuentes y positivas; están vigentes desde el primer día, aunque aún no las hayamos hecho presentes o comunicado verbalmente todas.

La conducta de las maestras es el fiel reflejo de las normas, las verbalizamos en cada acción, rutina o ejercicio para que entiendan por qué se hace o no cada rutina, acción, relación, momento; a medida que las oyen, las van interiorizando.

Es importante que la lista de normas tenga un lugar fijo y visible en la clase para que recurramos a él cuando necesitemos hacer referencia explícita a una norma. Según la edad de los alumnos, las normas las presentaremos una a una o “las recordaremos” porque sean del curso anterior y ya las tengan interiorizadas. Aunque siempre será necesario recordarlas en la asamblea y antes de empezar cada actividad, cuando vayamos a hacer algo diferente… porque los niños aprenden por lo que viven y no por las palabras que les digamos.

En cuanto a los materiales y soportes para el trabajo de las normas también existen diversas opciones, normalmente se usa un espacio del aula en el que se muestran diferentes imágenes (para los mayores acompañadas de texto) que representan las normas a seguir o un listado de estas.

A veces cuesta mucho que las normas se instauren, sobre todo en los primeros años de la vida escolar. Para ayudarnos en la tarea de inculcarlas, debemos reforzar y hacer visible lo que hacen bien, de modo que los buenos comportamientos tiendan a repetirse por refuerzo positivo y los malos se vayan acabando, dándoles la oportunidad de reflexionar si cumplen o no las normas.

Los recursos que empleamos en el aula son muy variados. Por ejemplo los sellos o pegatinas “cumplenormas”, que se le entregarán al alumno si cumple con el objetivo propuesto ese día. Suelen emplearse en periodos de tiempos cortos. Generalmente funcionan muy bien, pero no se pueden alargar debido a que conseguir o no la pegatina les desmotiva rápido. Otro ejemplo es “La escalera del comportamiento”. Este método es para todo el grupo. Consta de una serie de carteles en los que están reflejados diferentes rutinas o situaciones en las que se pueden ver los alumnos, si cumplen, van subiendo la escalera, si no, retroceden. Los alumnos se muestran muy motivados ya que, aunque hayan incumplido alguna norma, tienen la posibilidad de volver a subir el escalón y estar en la parte alta de la escalera.

Pero cuando algún alumno incumple insistentemente algunas normas de trabajo en grupo o de compartir aprendizaje en grupo, es necesario en ocasiones que se le ubique fuera de la actividad que está realizando el grupo a fin de que modifique o deponga dicha actitud. Como hemos mencionado anteriormente, lo adecuado y efectivo es que el mensaje sea positivo. Por ejemplo: “vamos a ir a un lugar tranquilo (que estará predeterminado en el aula) en el que puedas pensar si esa actitud que mantienes es buena”. Si la conducta no cesa, la comunicación con la familia será necesaria, para que coordinados en casa y en el Colegio podemos llevar un plan de actuación común y ver cuál puede ser el motivo que causa ese incumplimiento de las normas recurrente, y si fuese necesaria alguna ayuda externa.

 

Violeta Álvarez Rico, Coordinadora de Educación Infantil